
1. Planea tu alimentación.
Dedica un momento del día a planear la alimentación que llevarás durante la semana e incluye algunos snacks saludables como nueces o almendras. Así solo tendrás en casa los alimentos que forman parte de tu dieta y no caerás en tentaciones calóricas que después te causarán culpa.
2. Consume proteína y fibra.
consumir alimentos ricos en proteína durante el día te ayudarán a sentirte satisfecho más rápido, por lo que reduce la posibilidad de tener antojos nocturnos.
3. Duerme siete horas.
Dormir poco puede afectar el metabolismo de la glucosa y las hormonas reguladoras del hambre, apetito y peso corporal. Si estás cansado puedes desarrollar ansiedad o estrés, lo que también te hará terminar en la cocina complaciendo tus antojos nocturnos.
4. Hazte unas preguntas antes de caer en tus antojos nocturnos.
antes de añadirle más calorías a tu cuenta pregúntate: ¿Tengo hambre? ¿Tengo sed? ¿Es gula? Probablemente así recapacites, y te des cuenta de que no lo necesitas.
5. Qué cenar si te da hambre.
Si en verdad se trata de hambre, puedes consumir algún snack nutritivo que contenga proteína y fibra. Que sea en porciones pequeñas.
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